viernes, 28 de febrero de 2014

Contradicciones de enamoradas

Día 365+353
Comentando lo que me despierta la lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.





En el capítulo que leo actualmente de este libro se toma el tema de la iniciación sexual en las mujeres. Es interesante ver, como lo sabemos muchas en la experiencia misma, que las mujeres y los hombres no la vivimos de la misma forma, porque al ser educados según el rol que nos marca la sociedad, que está impregnado de ideas y rituales, tenemos expectativas y sueños distintos unos a los otros. Las mujeres suelen educárseles de manera tradicional donde se les indica que deben guardar su virginidad para el amor de su vida; aunque también actualmente ya hay padres que miran a la virginidad de otras maneras, ya no como un tesoro que debe guardar, sino como algo que se decide con quién perderla, no importando si es su esposo o no.


“Demasiado ardor asusta a la virgen, demasiado respeto la humilla; las mujeres odian eternamente al hombre que ha gozado egoístamente a costa de su dolor; pero también experimenta un  eterno rencor contra quien ha parecido desdeñarlas en el curso de la primera noche o se ha mostrado incapaz de hacerlo. […]”(p.397)



Creo que cuando a una mujer virgen le pasa lo que comenta la anterior cita, es porque por un lado en su educación, si es conservadora, le han enseñado que debe darse a “respetar”, que debe mesurar sus deseos sexuales; pero por otro lado está la parte natural que responde a un estímulo, como por ejemplo el ser tocadas. Además no podemos negar que hay hombres que al no pensar más que en ello, son machista, sí agreden a la mujer siendo violentos; y otros que al querer ser tan “decentes” frenan lo que les despierta la mujer a tal grado que ellas creen que algo está fatal.  Está claro que esto no sólo le pasa a las inexpertas, sino también a las que ya tienen algo de experiencia, porque los preceptos morales que llegamos a manejar no cambian de un día a otro.[1]







































[1] http://mujer.noticiascristianas.me/que-hago-si-mi-pretendiente-no-es-cristiano

jueves, 27 de febrero de 2014

¿La educación sexual nos salva de creen en los mitos que hay alrededor de este tema?

Día 365+352
Comentando lo que me despierta la lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.





La educación sexual, en este siglo XXI para los mexicanos es obligatoria desde la educación primaria. Afortunadamente los tiempos van cambiando poco a poco en este aspecto, y con esto no quiero decir que todo lo de los viejos tiempos sea lo mejor ni lo peor, pero sí es una gran paso en especial para las mujeres que en décadas pasadas las tenían sumidas en un hoyo negro de ignorancia ante este tema. Seguramente has escuchado relatos sobre esto, donde se sabe que mujeres que creían que sus hijos nacerían por la boca, o con sólo besarse quedaban embarazadas, etc. y todos estos ejemplos son claras evidencias de dicha situación.



“[…] En el siglo pasado, la señora Adam se imaginaba que su deber consistía en casarse con un hombre que la había besado en la boca, porque creía que aquélla era la forma acabada de la unión sexual. […]”(p.395)



Para muchas mujeres de nuestro tiempo, todo esto les puede parecer absurdo 
y ridículo, pero les puedo asegurar que actualmente aún hay mucha ignorancia sobre la sexualidad, porque el recibir educación teórica sexual no garantiza que se tome conciencia y aprendizaje real de lo que implica el acto mismo. Tal vez las chicas ya no creen que con un beso se embaracen pero, por ejemplo, algunas creen ingenuamente que un coito interrumpido las salvará del embarazo. Yo estoy convencida que la educación sexual tiene que ir unida a una educación de los sentimientos, porque al conocer nuestras emociones lograremos tomar decisiones acertadas no sólo en el ámbito sexual sino en todos los de nuestra vida. [1]




































[1] http://educacionsexualequidaddegenero.blogspot.mx/

miércoles, 26 de febrero de 2014

¿Cuál podría ser el éxito sexual en una pareja?

Día 365+351
Comentando lo que me despierta la lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.



En toda pareja, casados o no casados, que comparten su tiempo y espacio es de suma importancia el ámbito sexual; he sabido de casos en donde se gustan, comparten muchas aficiones y gustos, pero que en el momento en que viven la sexualidad juntos se dan cuenta que no era lo que imaginaban y pensaban. Por ejemplo: ella quiere hacer el acto sexual con la luz apagada y él prendida, él sólo quiere lograr la eyaculación y no le importa si ella está contenta o a gusto, etc. Podrían parecer detalles insignificantes pero que en el momento mismo lo son todo. ¿En qué podría consistir que un esposo, o esposa, logre que su pareja sea feliz sexualmente?


“[…]el éxito sexual no es sólo cuestión de técnica. Aunque el joven se hubiese aprendido de memoria veinte manuales […] no sería ello garantía de que sabría hacerse amar por su joven esposa. Ésta reacciona ante el conjunto  de la situación psicológica. Y el matrimonio tradicional está lejos de crear las condiciones más favorables para despertar y desarrollar el erotismo femenino.”(p.393)


El éxito sexual no sólo depende de saber qué tocar y cómo, y es aquí en donde muchas parejas tiene problemas severos, porque tanto ellas como ellos creen que es así, que el fin es lograr el orgasmo y ya. Nada más corto que esto y las mujeres lo sabemos más que nadie, porqué ¿cuántas no hemos sentido frustración al no lograr una experiencias placentera? Más de las que nos imaginamos, y todo porque no comprendemos que en la sexualidad no sólo se involucra el cuerpo sino también los sentimientos, y que esto tienen que ser trabajados, entendidos y procurados para sentir cariño, amor y aprecio por el otro y así lograr que el placer sexual sea el resultado de esto y no el fin mismo. ¿Por qué el matrimonio tradicional no es el mejor para procurar el erotismo femenino? Porque está plagado de mitos, creencias y sobre todo de un rol donde la mujer es sumisa, obedece y acata lo que el hombre dice.[1]



































[1] http://www.mujerypunto.cl/2013/05/12/leccion-de-anatomia-10-mitos-de-la-sexualidad-femenina/

martes, 25 de febrero de 2014

¿Casado=amor?nemo

Día 365+350
Comentando lo que me despierta la lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.




Después de que una pareja se conoce, se conquistas, se enamoran y quieren estar juntos ¿el paso siguiente es el matrimonio? Si estamos en una familia conservadora, diría que sí. Pensemos en una chica que está perdidamente enamorada y que espera el momento en que su novio le “demuestre” dicho sentimiento con la entrega del clásico anillo de compromiso, como muestra del amor que profesa, y si este no llega entonces cree que no la aman de verdad. Pero ¿en realidad el matrimonio es la culminación del amor?¿Garantiza la fidelidad y lealtad de la pareja?



“[…] amar no es casarse y que resulta dificilísimo comprender cómo el amor puede convertirse en deber. […] ”(p.391)



Por supuesto que el matrimonio no garantiza ni la fidelidad, ni la durabilidad del amor. Aquellas personas que dicen que sus parejas ya no los aman y se refieren en realidad a que no  sus esposas ya no los atienden, dieron ese salto que menciona la anterior cita, dando pasaron del amor al creer que ellas les deben atender, tolerar, obedecer. Los deberes como esposos son como esposos, y no necesariamente represente, o demuestra, si se aman o no porque bien sabemos que estar casados no es sinónimo de enamorados. Hay parejas que no están casados pero que siente un amor profundo por el otro, y no por ello debe ser juzgado como menos. [1]


































[1] http://www.fondosni.com/wallpapers-gratis/dibujos-de-enamorados-1/1600x1200.html

lunes, 24 de febrero de 2014

Las mujeres “cazaderas”

Día 365+349
Comentando lo que me despierta la lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.





¿Cómo es que una pareja llega a la propuesta de matrimonio? Si partimos que se trata de amor, sólo es suficiente con que una pareja se atraiga, que sientan amor y decidan estar juntos; pero hay algo que se menciona, entre las mujeres, pero no tan abiertamente, y que   seguramente también se comenta entre los hombres, que es el arte de la seducción. Muchas chicas en realidad no sienten amor, en muchas ocasiones ni cariño, por el futuro esposo, sino que sólo miran lo que les conviene o lo que creen que le conviene porque se lo han dicho amigas, la mamá, las hermanas, etc. 



“[…] las madres, las hermanas mayores, los semanarios femeninos, enseñan con cinismo a las jóvenes el arte de <<atrapar>> un marido, lo mismo que el papel matamoscas atrapa a éstas; es una <<pesca>>, una <<caza>>, que exige mucho tino: no apuntéis demasiado alto ni demasiado bajo; no seáis noveleras, sino realistas; mezclad la coquetería con la modestia; no pidáis demasiado ni demasiado poco… […] ”(p.382)



La forma en que las mujeres pueden llegar a cazar a un hombre es tan astuta que ni la víctima misma se da cuenta, es todo un arte. Lo que yo creo es que el problema no es el arte mismo de la seducción, porque bien puede ser parte de conquistar a alguien, sino en que se vea como fin mismo de la vida de una mujer, que si no se casa y encuentra a buen partido entonces no vale como mujer. Considero que cuando una mujer logra darse cuenta que lo importante no es lo que puedo conseguir del otro, sino de ella misma, podrá tener un matrimonio verdaderamente valioso y auténtico, y no uno que esté manoseado por creencias machistas o fines banales. [1]


































[1] http://mundohispanico.com/news/2013/jun/05/como-cazar-un-cazador/

domingo, 23 de febrero de 2014

Me caso para conseguir mi libertad

Día 365+348
Comentando lo que me despierta la lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.




El ideal del por qué se casan las parejas es por puro amor, no por conveniencia, ni por embaraza, ni por obligación, pero la realidad es que muchas chicas mexicanas aún se casan por alguno de los motivos anteriormente mencioné. Simone de Beauvoir escribí este libro en los años cuarenta y es impresionante leer cómo lo que para ella era cosas de transición, de una realidad que en teoría las mujeres ya no deberían vivir aún en nuestro siglo XXI continúa, como lo que leras en la siguiente cita:



“[…] Multitud de jóvenes burguesas severamente educadas se casan todavía hoy <<para ser libres>>.”(p.379)



La diferencia es que muchas mexicanas  se casan por este motivo pero no importando si son burguesas o no. Este tipo de matrimonio, que es para ser libre, son nacidos, como bien dice la cita, de la educación tan severa que tiene los padres con las hijas, que creen que al ser así, no dejando que se diviertan, que no salgan, que no tengan novio, que sólo se dediquen a los estudios, pero alrededor lleno de prohibiciones, es lo que orilla a cualquier chica, en primera instancia, a desear librarse de sus verdugos, y en segunda a tomar cartas en el asunto. En este caso el matrimonio no se ve como otra cárcel, que seguramente es en lo que se convertirá si el esposo es machista, sino en una salida a la libertad, la liberación, la autonomía. Pero si el esposo ya no es así, será lo mejor que le pudo pasar a esa mujer, porque logrará el objetivo por el cual se casó, no importando si ama o no al esposo.[1]

































[1] http://www.gifs-animados.es/gifs-imagenes/recien-casados/gifs-animados-recien-casados-1437143-370435/

sábado, 22 de febrero de 2014

Guapa, seductora y que despierta pasiones a cambio de dinero ¿es prostitución?

Día 365+347
Comentando lo que me despierta la lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.




En un mundo machista las mujeres son vistas como objetos. Ellas sólo son respetadas si tiene a un hombre que las proteja y mantenga, porque si son mujeres solas cualquier hombre se cree con el derecho de agredirlas, de tratarlas como objetos. Sabemos que en la realidad esto sí pasa, y lo podemos comprobar cuando una va caminando por la calle y algún hombre se cree con el derecho de tocarnos, insinuarse o susurrarnos en el oído. Muchos dicen que a las mujeres nos “encanta” este tipo de acciones por parte de los hombres, pero si lo has vivido, sé que no es así. Aún así hay chicas que se dan cuenta del rol que juegan en una sociedad machista, en poder de la seducción y que lo usan para su beneficio.



“[…] El cuerpo de la mujer es un objeto que se compra; para ella, representa un capital que está autorizada a explotar.[…]”(p.378)



Las mujeres que aceptan vender su cuerpo, son aquellas que se dan cuenta, como lo mencioné arriba, de su poder de seducción. Todo tiene un precio, y el que las mujeres tienen que pagar al vivir vendiendo su cuerpo es el que las traten como objetos. Cuando hablo de mujeres que se venden no me refiero a prostitutas que se ofrecen en la calle, sino de aquellas mujeres que ejercen una prostitución de doble moral, o sea que su modo de vida es provocar sexualmente a los hombres para que ellos les compren cosas, las lleven a pasear, las mantengan, etc. Mi intención no es satanizar a las mujeres que deciden vivir de esta forma, sólo mostrar que en un mundo machista hay mujeres inteligentes que deciden usar algo que podría ser usado en su contra, su cuerpo, pero los explotan para vivir con los lujos y comodidades, auto objetivándose y vendiéndose. Yo honestamente no pagaría el costo por venderme.[1]
































[1] http://es.wikipedia.org/wiki/Poligamia

viernes, 21 de febrero de 2014

Los matrimonios mexicanos ¿en verdad son monógamos?

Día 365+346
Comentando lo que me despierta la lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.



¿Qué entendemos por poligamia? Es “un tipo de matrimonio en que se permite a una persona estar casada con varios individuos al mismo tiempo.” Cuando nosotros escuchamos dicha palabra, casi siempre la asociamos con una persona casada que tiene sexo con varias personas. La poligamia es antónimo de la monogamia la cual consiste en tener una sola esposa, una pareja sexual. ¿Los mexicanos tenemos relaciones monógamas o poligámicas? [1]



“[…] La poligamia siempre ha sido más o menos abiertamente tolerada: el hombre puede llevar a su lecho esclavas, cortesanas, concubinas, queridas, prostitutas; pero está obligado a respetar ciertos privilegios de su legítima esposa. Si esta se ve maltratada o perjudicada, tiene el recurso […] de volver con su familia y obtener la separación o el divorcio. […]”(p.375)



En teoría los matrimonios mexicanos son monógamos  pero la realidad que muchas mujeres aceptan, disfrazándolo con un discurso, es que “los hombres son más temperamentales por naturaleza y no pueden controlar sus deseos sexuales; así que si va a tener una amante que sea sin que yo me dé cuenta”. Seguramente has escuchado en alguno momento que los mexicanos somos de doble moral, y es precisamente a esto a lo que se refiere, decimos ser de una forma aunque en realidad seamos de otra. ¿Qué es preferible, decidir abiertamente si queremos una relación poligámica o no? o ¿disfrazar la verdad con discursos como el anterior?  [2]































[1] http://es.wikipedia.org/wiki/Poligamia
[2] http://www.freepik.es/vector-gratis/estilo-de-dibujos-animados--elementos-de-la-boda-05---vector-de-material_568180.htm

jueves, 20 de febrero de 2014

Las obligaciones de una buena esposa

Día 365+345
Comentando lo que me despierta la lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.




Muchos matrimonios existen en nuestra sociedad y como bien sabemos hay un rol que debe cumplir la esposa y el esposo, platicaré del caso de la primera. Toda mujer que se jacte de ser una buena esposa tiene obligaciones que cumplir, y si no las cumple entonces es tachada de fodonga, mala, frígida, descarada, etc. Pero ¿qué debe hacer para lograr ser buena esposa? 



“[…] el matrimonio es un único medio de ganarse la vida y la exclusiva justificación social de su existencia. […] debe dar hijos a la comunidad; […] también tiene la función de satisfacer las necesidades sexuales de un hombre y cuidar de su hogar. […]”(p.375)



Si la única manera, en un sistema machista, en que una mujer tenga valor es por medio del matrimonio, entonces debe ganarse ese titulo de esposa, en primera teniendo hijos,  cuidado de su hogar limpiándolo, detallándolo, lavando, cocinando, planchando, y tenido relaciones sexogenitales con su pareja; como lo dije antes, si la mujer falla en alguna de estas actividades deja de ser buen esposa. Yo creo que si una mujer decide ser esposa, cumplir con sus obligaciones  y está consciente de lo que pierde, lo que gana y es conveniente para ella, es correcta esta decisión, pero hay algo que es innegables, y es que casi siempre estos roles en el matrimonio se dan desde la desigualdad. [1]






























[1] https://redaccion.lamula.pe/2012/03/05/desigualdad-de-la-mujer-en-cifras/jackhurtado/

miércoles, 19 de febrero de 2014

La desigualdad del matrimonio

Día 365+344
Comentando lo que me despierta la lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.





El sueño de muchas chicas, aún en pleno siglo XXI, es encontrar el príncipe azul que las conquiste, les dé el anillo de compromiso, se case, tenga hijos y viva feliz por siempre. Pero hay algo que no termina de contarse en esta vida ilusoria, y es que para poder vivir necesitamos dinero y este sólo se consigue trabajando; además que la historia sólo es completa si los roles, que debe seguir cada uno de los participantes, debe ser exactamente como se dicta: los hombres son los proveedores del hogar, los fuertes, el patrón, el jefe, etc., y las mujeres las que obedecen, hacen la limpieza, son sumisas, frágiles y sentimentales.



“El matrimonio siempre se ha presentado de manera radicalmente diferente para el hombre y para la mujer. […] Socialmente, el hombre es un individuo autónomo y completo; ante todo es considerado como productor, y existencia está justificada por el trabajo que proporciona a la colectividad; […] el papel reproductor y doméstico en el cual se halla encerrada la mujer no le ha garantizado una dignidad igual.”(p.374)



Pero, como bien dice la cita anterior, el matrimonio es desigual para hombres y mujeres, por lo menos desde los preceptos morales, éticos y sociales de una cultura machista. Arriba comenté el rol que juega tanto la esposa como el esposo, y es más que claro que el que las tiene todas de ganar son ellos, porque ellas deben acatar su lado débil y necesario de un macho a su lado para ser respetadas y tener valor.  


Las mujeres, amas de casa, trabajan igual o más que muchos hombres que salen a hacerlo, pero la diferencia es que a ellas no se les paga por hacerlo, y las labores domésticas no dan resultados duraderos que trasciendan en la historia.[1]





























[1] http://crisbanyuls.wordpress.com/

martes, 18 de febrero de 2014

Cada día más mujeres mexicanas somos trabajadoras ¿por qué?

Día 365+343
Comentando lo que me despierta la lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.




Muchas somos las mujeres que ya trabajamos, pero también son muchas las que no lo hacen. No sé con exactitud cuál sea la estadística aquí en México, sería interesante investigarlo, lo que sí he podido notar –en mi muy reducido número de familiares y amistades- que  aquellas que trabajan no todas lo hacen por el gusto de hacerlo sino por una necesidad de supervivencia, y esto lo he podido escuchar en conversaciones donde reniegan de esta condición, donde se quejan de que sus esposos no trabajan lo suficiente, o no ganan monetariamente lo necesario, para mantenerlas o que el país está tan mal económicamente que se han visto obligadas en salir a buscar.



“[…] Sin embargo, la época que vivimos es todavía, desde el punto de vista feminista, un período de transición. Solamente una parte de las mujeres participa en la producción, y aun ésas pertenecen a una sociedad en la que perviven antiguas estructuras, antiguos valores. El matrimonio moderno no puede comprenderse más que a la luz del pasado que perpetúa.”(p.373)



Cuando una mujer cree que está obligada a trabajar es cuando podemos debelar que tiene valores antiguos sobre el matrimonio, sobre los roles que le toca jugar a las mujeres y los hombres, porque cree que es algo que ellas no debería de hacer,  que no es parte de su destino como mujer, que es injusto. Pero cuando una mujer decide trabajar n como obligación sino por el gusto de hacerlo, de ser autónoma en este aspecto, la situación cambia.


Yo considero que muchas mujeres no han dimensionado la importancia que tiene que una mujer sea libre monetariamente, que esa independencia económica es lo que las puede llevar también a ser libres  social, emocional y psicológicamente. Pero sé que aún las mexicanas estamos en este proceso de transición económica que muchas alcanzarán.[1]



























[1] http://definicion.mx/economia/

lunes, 17 de febrero de 2014

Mujeres trabajadoras que deciden vivir en unión libre con su pareja ¿por qué?

Día 365+342
Comentando lo que me despierta la lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.




Somos muchas las mujeres mexicanas que disfrutamos del gran esfuerzo que realizaron miles de mujeres años atrás para poder liberarse de las cadenas que las tenían atrapadas en cuatro paredes de sus hogares y salir al campo laboral, que era una actividad única y exclusiva para los hombres. Muchas de ellas tuvieron que padecer injusticias, desigualdades e insultos por ello –cosa que por desgracia aún continúa así en algunos trabajos- y otras ya han podido alcanzar lugares de alto rango y prestigio político, social y económico.



“La evolución económica de la condición femenina está en camino de trastornar la institución del matrimonio, que se convierte en una unión libremente consentida entre dos individualidades autónomas […]”(p.373)



Muchas parejas en la actualidad estamos viviendo en unión libre, en un acto de absoluta seriedad  y con un compromiso real sin necesidad de llegar a un acuerdo legal. Creo que es importante destacar que en especial las mujeres decidimos dicha situación porque en el momento en que somos trabajadoras activas, notamos –o nos han hecho notar- que el matrimonio no siempre es justo para las mujeres. ¿El matrimonio está decayendo? En sociedad en donde los roles sociales están cambiando considero que sí.[1]


























[1] http://alaparasesoriamatrimonial.blogspot.mx/2013_05_01_archive.html