Día 365+333
Comentando lo que me despierta la
lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.
Los
seres humanos no sólo somos lo que deseamos y elegimos con respecto a lo que
comemos, vestimos, a qué hora nos divertimos, si leemos o no, etc. También en
relación a con quién nos llevamos, platicamos y nos acostamos. Esto para muchas
personas, que en su mayoría son conservadoras, les parece lógico que si son
mujeres decidan acostarse con hombres y que si son hombres tiene que ser con
mujeres, porque creen que es algo “normal” y “natural” que todo nos inclina a
ella, tanto nuestro cuerpo, mente y alma.
“[…] Hay
muchísimas homosexuales entre las odaliscas, las cortesanas, las mujeres más
deliberadamente “femeninas”, y, a la inversa, gran números de mujeres
“masculinas” son heterosexuales. Sexólogos y psiquiatras confirman lo que
sugiere la observación corriente, a saber: que la inmensa mayoría de las
“condenadas” están constituidas
exactamente como las demás mujeres. Ningún “destino anatómico” determina
su sexualidad.[…]”(p.345)
Pero ¿qué pasa cuando una mujer se inclina sexualmente
por otras mujeres? Seguramente en este momento se te viene a la cabeza la idea
de una chica que tiene apariencia de hombre, no de una mujer que sea
totalmente femenina –delgada, cabello
largo, tacón alto, vestido, etc.- porque si estamos en este tipo de ideología
conservadora, es lo que nos parecería natural, que una chica que parece chico
se incline por las chicas.
En una ideología basada en lo natural es aquella que cree
que si nacemos mujeres tenemos que unirnos a hombres, porque la naturaleza nos
dotó, nos dicta y nos muestra que eso es lo correcto; pero si salimos de este
tipo de ideologías y pensamos en una donde lo que cuenta es nuestra elección, y
no lo que la naturaleza nos eligió el panorama cambia, porque entonces, como
bien dice la anterior cita ya no importa la apariencia física sino que, como yo
creo, es una cuestión de elección.[1]
No hay comentarios:
Publicar un comentario