Día 365+329
Comentando lo que me despierta la
lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.
La sexualidad
no sólo se limita al acto mismo sexogenital de la penetración, sino que es
multifactorial que abarca desde el sentir agrado por la persona, por lo menos
físico, hasta el sentir amor o pasión. Se dice que tanto hombres como mujeres
experimentamos de maneras diferente la forma en que vivimos la sexualidad, que
los hombres son más carnales, que logran un coito fácil en comparación con las
mujeres que no siempre logran el placer y mucho menos un orgasmo.
“[…] Muchos se
imaginan que “hacer gozar” a una mujer es cuestión de tiempo y técnica, y, por
tanto, de violencia; ignoran hasta qué punto la sexualidad de la mujer está
condicionada por el conjunto de la situación. […](p.338)
Considero que la anterior cita da con el clavo a la
problemática sexual de muchas mujeres que no han logrado, no logran y no
lograrán tener una vida sexual satisfactoria; muchas se sienten utilizadas por
sus parejas en este punto, porque en el momento en que ellos alcanzan el
orgasmo se desconectan de la situación de sus parejas, no importándoles si
ellas lo logran o no; además de que muchas dicen que ellos son buscos, violentos,
agresivos y creo que si tiene mucho que ver lo que se dice en la anterior cita,
de que se cree que es una cuestión de técnica, pero creo que no es sólo eso,
sino que también hay una serie de elementos psicológicos, sociales y en
ocasiones hasta económicos que influyen para que una mujer se sienta plena
sexualmente. Yo invito a los hombre a que piensen en esto, en lo importante son
todos los momentos previos y posteriores al acto sexual, y que no crean que
todo se debe hacer en el momento mismo o ni en ese. [1]
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