Día 365+240
Comentando lo que me despierta la
lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.
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| "La duquesa fea", del pintor flamenco Quentin Massys. |
Todo
lo carnal está condenado a la muerte. Esta es una verdad inevitable y por más
que deseáramos que no lo fuera en algún momento nos alcanzará, y no sólo a
nosotros sino a todos aquellos que sean parte de la naturaleza y posee piel y
órganos. Animales y seres humanos estamos condenados a un ciclo que nos aterra,
nos hace sentirnos indefensos ante todo; como toda cosa que nos da terror, la
muerte es negada, no se habla de ella, es un tema macabro. De aquí que toda
persona busca la manera de no envejecer porque este es sinónimo de muerte, y
habrá a quienes ni les guste festejar su cumpleaños por lo mismo, pero es a las
mujeres en especial a las que nos cuesta más trabajo pensar en ella porque se
supone que una mujer al ser “bella” es joven, y los jóvenes no representan la
muerte al contrario, la vida.
“[…] he ahí la
primera mentira, la primera traición de la mujer: es la de la vida misma, que,
aun revestida de las formas más atractivas, siempre está habitada por los
fermentos de la vejez y la muerte. […] Achacosa, fea, vieja, la mujer produce
horror. Se dice que está marchita, alejada, como se diría de una planta. […]” (p.162)
Así
que por más que las mujeres deseáramos no envejecer es algo que no podemos
detener; como ejemplo podemos ver a muchas de las actrices que con el afán de verse eternamente bellas y jóvenes se hacen
cirugía en todas partes, pero más tarde que temprano la naturaleza se impone y
deja ver los rasgos de la edad por otras partes ¿Por qué esta exigencia a
alguien público? Porque como leímos en la anterior cita, una persona acabada es
causante de horror y ¿quién quiere causarlo? Nadie, pero creo que el verdadero
problema no es que envejecemos, sino la ideología que formamos alrededor de la tercera
edad y en especial de la muerte.[1]
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