miércoles, 20 de noviembre de 2013

La bella durmiente ¿despierta?

Día 365+253
Comentando lo que me despierta la lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.





Claro está que en la historia de La Bella Durmiente, ella debe de estar dormida porque sino ¿cómo se podría despertar? Porque lo despierto no necesita a nadie para estar como ya está. Si trasladamos el sentido de esta historia a lo que nos compete, que es la dominación de las mujeres, podremos hacer una interpretación que bien puede ser equivocada, pero que es muy interesante el llevarla a cabo.


Así que pensemos en el propio nombre la historia, tiene que ser mujer, pero no cualquier mujer, tiene que ser bella, debe pesar una maldición sobre ella (que en la historia una bruja mala lo hace) pero debe ser ingenua para caer en dicho destino: ser pinchada por la aguja de una máquina de coser, al quererle ayudar a una indefensa viejita. Así que tenemos dos personajes iniciales: la belleza ingenua y la viejita malvada. Pero tenemos un tercer personaje: el príncipe galante y valiente que está dispuesto a pelear contra el dragón que resguarda el castillo donde duerme su amada.



“[…] para despertar a la Bella Durmiente del Bosque es preciso que duerma; hace falta ogros y dragones para que haya princesas cautivas.[…] (p.188)



Entonces, recordemos que no puede ser una mujer que no sea bella, y debe ser ingenua para que haya un príncipe que irá a darle un beso que la salvará del conjuro que cayó sobre ella. Pero ¿qué pasa después del beso? ¿Ella se convierte en una mujer independiente? Claro que no, el príncipe la despierta para desposarla, para que sea ahora otro objeto más que ha conquistado, y por lo tanto, dominarla.


¿El cuento tendría el mismo impacto si la princesa hubiera estado despierta? Por supuesto que no. La bella debe estar cautiva, indefensa, desprotegida para que el  príncipe sea su salvador, su mesías. Si la chica hubiera estado despierta, y consciente de lo que pasaba a su alrededor, seguro hubiera mandado matar a la bruja, traería un arma para defenderse, sabría galopar para huir en el momento de peligro, etc. Pero la cuestión aca es que ella no puede valerse por sí misma, “necesita” a otro para salvarse. ¿Tú te sientes La Bella Durmiente en espera de tu salvador? [1]










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