domingo, 10 de noviembre de 2013

El coito me corta la inspiración

Día 365+243
Comentando lo que me despierta la lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.





¿Es verdad que a los futbolistas, y muchos otros deportistas, se les aísla de sus parejas para que no tengan coitos? ¿O es sólo algo que he mal entendido? Aunque no sólo he escuchado que esta prohibición se da en este caso, sino también en artistas porque el acto sexo genital dicen que les roba sus energías, su lucidez para crear, para inspirarse y concentrarse.


“[…] se cree de buen grado que, a través del coito, el hombre pierde su vigor muscular, su lucidez cerebral, que su fósforo se consume, su sensibilidad se embota.[…]” (p.171)


He de aclarar que no soy ni médico, ni bióloga,  para decir con  bases científicas que esto sea verdad o no. Así que lo que digo es nacido de mi escaso conocimiento que están limitados a mi experiencia y comentarios de otras personas. Así que bien cabría preguntar a los expertos si es verdad que el coito nos roba todo lo dicho en la anterior cita, porque no podemos negar que al acto mismo requiere de nuestra atención, y este mismo cansa y relaja, pero una cosa es que implique un cansancio físico, y exigencia de atención, a que nos robe nuestra poder de creación e inspiración.[1]












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