sábado, 5 de octubre de 2013

La mujer: de la flor más bella a la peor bruja

Día 365+206
Comentando lo que me despierta la lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.







Recuerdo que hace algunos años,  hace pocos, en una clase que tuve en la escuela nos pasaron un documental, del canal 22 México (que me encantaría saber cómo se llama y tenerlo en mi poder) donde se le preguntaba a un grupo determinado de hombres, de todas la edad, que era y significaba para ellos La mujer. Todos comenzaron a decir que era la parte más bella del mundo, la ternura y alabanza total, una diosa, una mártir… pero a medida que iba pasando la entrevista se podía ver como aquellos hombres iban cambiando de opinión, hasta que resultaba que aquella bella flor pasaba a ser una bruja malévola, mal intencionada e interesada. ¿Cómo es posible que se pueda pensar de las mujeres dos cosas tan opuestas, al mismo tiempo?



“[…] Venerada y temida por su fecundidad, siendo otra que el hombre y participando del inquietante carácter de lo otro, la mujer tenía en cierto modo al hombre bajo su obediencia desde el momento mismo en que dependía de él […]” (p. 78)




Mucho de lo que antes mencioné tiene que ver con esta parte que nadie nos podemos explicar, lo natural, lo místico y misterioso. Como bien dice la cita, la fecundidad es uno de estos casos, en donde la ciencia misma tampoco ha podido determinar a cien cierta como es que se da la descarga eléctrica que activa el corazón del feto.


Hay cosas a las que no tenemos acceso a sus misterios y que por tal motivo somos ajenos, no podemos, por más que queramos, dominarlo. Y uno de estos misterios es mucho de lo que le pasa al cuerpo de la mujer en el embarazo y creo que de aquí es donde podemos explicarnos esta manera de pensar de los hombres frente a las mujeres; y claro que esto también se aplica al contrario: las mujeres frente a los hombre. No queremos reconocer que no todo lo podemos dominar, y es más fácil dar características mágicas (que somos brujas). ¿Qué opinas?[1]














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