domingo, 14 de julio de 2013

Sólo por imitar

Día 365+123
Comentando lo que me despierta la lectura de:
Muñoz Molina, Antonio: El dueño del Secreto. España,
Espasa Calpe, 1999.



De niños somos como esponjan que todo absorbemos, imitamos, copiamos de nuestra familia y después de las personas que conocemos, y mucho de lo que copiamos, sino es que todo, es desde la ignorancia misma ante lo que hacemos o decimos. Por ejemplo, un niño que le dice a otro: “eres un tonto, estúpido, puta, etc.”, ¿creen que un niño sabe en realidad que significa dichas expresiones? Seguramente no es así, y muy probablemente  ni el adulto que lo dicen.



“[…] de niño yo había creído que pronunciar las eses finales y las des era cosa de ricos. […]" (p. 27)




Seguramente te cachaste, o aún lo haces, imitando a alguien en qué y/o  cómo dice o hace algo. Una de las frases, con expresión y tono, que hace algún tiempo medio mundo lo usaba, y que seguramente aún lo hacen, el típico: “Teeernuriiiitaaa”, “Te lo prometo”, “Todos los hombre son iguales”, “sí manita”. Pero, ¿qué significa? ¿Lo decimos con conciencia o sólo porque es algo que se nos “pego” de los demás? y ¿en realidad, como en el caso de la anterior cita que denotaba burguesía, que significa de fondo? Seguramente como esta frase, o actitud,  hay y habrá muchas más que las usamos sólo por imitación. [1]












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