viernes, 5 de julio de 2013

Porque los cambios no son inmediatos

Día 365+114
Comentando lo que me despierta la lectura de:
Muñoz Molina, Antonio: El dueño del Secreto. España,
Espasa Calpe, 1999.




Cuando hay algo que no nos gusta, en un trabajo, en casa o a nivel nación, nos quejamos esperando que con esto podamos gozar de alguna mejoría al respecto. Pensemos, por ejemplo, como el caso que se presenta en mi actual lectura, en donde toda una nación está oprimida por su gobierna, a tal punto que sus habitantes hacen todo lo que está a su alcance para que esto cambie, aunque tengan que pagar con su propia vida.


“[…] Tampoco para los portugueses cambió el mundo tanto como ellos creían, y como creíamos fervorosamente nosotros con ellos, a través de ellos, […]” (p.14)



Así que lo que se esperaría, en toda nación que vive en estas condiciones, es que en el momento en que el nefasto sistema gubernamental muera, se den de inmediato cambios importantes y visibles, en especial la liberación.
Por desgracia esto no es así porque todo cambio lleva su tiempo, no es de forma instantánea, se necesita en ocasiones décadas para que esto ocurra. [1]











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