jueves, 4 de julio de 2013

¿Con qué frecuencia nos bañamos?

Día 365+113
Comentando lo que me despierta la lectura de:
Muñoz Molina, Antonio: El dueño del Secreto. España,
Espasa Calpe, 1999.



Hablar de ecología es hablar del cuidado del agua, como de muchas otras cosas, y en estos tiempo aún más. Si vives en una zona donde la escasez de la misma es palpable, me darás la razón. Pero esto también tiene mucho que ver con la posición económica, porque no es lo mismo habitar en una casa que no cuanta con cisterna que una en donde no; o vivir en el campo donde en ocasiones no hay sistemas para trasladar el agua a todas la zonas, que en una ciudad donde tiene todas las facilidades para su llegada, aunque esto no quiere decir que en verdad llegue. Valla, ya sea un caso u otro no podemos negar que el agua sí se está acabando.



“[…] que consideraba ese gasto diario tan inexplicable como el capricho de pagarme una ducha en la pensión dos veces por semana, y no una cada quince días, que era su norma higiénica. […]” (p.10)



Es curioso que en México de nuestro tiempo, a diferencia de este personaje que vive en España de los 60´s –y tal vez en la actualidad es algunos otros lugares- hagamos mal uso del agua, en especial al bañarnos, aunque sí me parece un poco exagerado que sea cada quince días también. Sé de personas que no pueden dejar de bañarse diario, y que estos son de una duración mayor a una hora. Yo creo que el problema no es el baño, sino la duración y la frecuencia en que se hacen. Yo confieso que no lo hago diario, sino cada tercer día. ¿Y tú? [1]
















[1] La imagen fue tomada de http://albanisguerrera.blogspot.mx/

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