domingo, 1 de abril de 2012

¿A quién le dan pan que llore?





Día 19

Lectura: Murakami, Haruki: Tokio Blues (Norwegian Wood). (Trad. Lourdes Porta) 
México, Tusquets Editores (3a edición), 2011.

Dice el dicho “¿a quién le dan pan que llore?”. Sabemos que se refiere al ámbito sexual. Frase más usada entre hombres, eso creo. Además esta frase viene acompañada con la idea de que “el hombre llega hasta donde la mujer lo permite”. En pocas palabras, la mujer es la responsable de la promiscuidad varonil. O por lo menor esto es lo que siempre me ha parecido el tema: el hombre es el único que no es responsable ante esta situación. Son “víctimas” de todo aquello que los “orilla” a tener relaciones sexuales. Esto es un gran gesto de machismo y falta de responsabilidad.

Watanabe tiene un amigo que es el ejemplo exacto de este tipo chico, que al tener todo, no es responsable de sus actos:

“-Se pone el sol. Las chicas salen, dan una vuelta, beben. Quiere algo, y yo puedo dárselo. Es algo tan sencillo como abrir el grifo y beber agua. Esto es lo que ellas esperan. Pues bien, las posibilidades están al alcance de mi mano. ¿Debo dejarlas escapar? Tengo el talento y las circunstancias idóneas para valerme de él. ¿Tengo que cerrar la boca y pasar de largo?” (p. 52)

Entonces ¿dónde queda la responsabilidad en nuestro actos? Este chico me hace pensar en todos aquellos que piensan de una forma egocéntrica, en donde ellos creen que las demás personas pensamos lo que ellos dicen. Donde no miran a los demás con humildad sino como un medio para alcanzar X cosa.

Esta actitud sólo demuestra una empatía nula y gran egocentrismo.  Es como si pensáramos que al tener todo lo necesario, la mesa puesta para robar, no pudiéramos dejar pasar la oportunidad.  ¿Tu crees que las cosas deben ser así? Porque esto es lo común. ¿Crees que es válido decir que no, aunque las cosas sean idóneas para llevarse a cabo?

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